Aprender para vivir (no vivir para aprender) La LOMLOE y la Educación que necesitamos

La educación no tiene por qué ser aburrida, y la LOMLOE lo sabe. La Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) está sacudiendo el mundo de la enseñanza (en el buen sentido y en el malo también) con su enfoque en la educación competencial y la realidad del estudiante. ¡Y créeme, esto es música para nuestros oídos!

Aprendizaje competencial: más que libros y tareas aburridas. Basta de aprender cosas que solo te sirven para ganar en un concurso de preguntas y respuestas, para vomitarlas en un examen. No, estamos hablando de aprender habilidades reales como resolver problemas, comunicarnos como gente civilizada, trabajar en equipo y pensar con cabeza propia. Competencias (clave) que se aplicarán en todos los ámbitos de la vida en forma de competencias específicas. Aprender para la vida y en la vida (o Situaciones de Aprendizaje).

Aprendizaje realista: Adiós a las matemáticas que nunca usamos. ¿Recuerdas esas matemáticas que sufrías como alumno/a en la escuela y jurabas que nunca usarías en la vida real? Con la LOMLOE, eso es cosa del pasado. Ahora, los aprendizajes se relacionan con situaciones de la vida diaria. ¿Necesitas calcular un descuento en la tienda? ¿Te llega con el sueldo para tu viaje? ¡Bingo! La educación realista te tiene cubierto. Ahora, querido lector-opositor, les llamamos… ¡¡Situaciones de aprendizaje!!

Aprendizaje global: todas las piezas del motor se complementan. Las matemáticas siempre se aplicarán en contextos complejos, donde la lengua y el conocimiento de la naturaleza y la sociedad jugarán un enorme papel para interpretar el mundo y condicionarán la forma en la que resuelva un problema. Nunca tendremos que encontrar el complemento directo en una oración, pero sí tendremos que entender qué dice nuestro contrato, cuánto nos vamos a quedar en el banco al cobrar o las condiciones de una hipoteca.

Aprendizaje cercano: la escuela se vuelve «cool». Con la LOMLOE, la escuela se vuelve interesante porque lo que aprendes tiene sentido. Ya no se preguntarán para qué demonios están estudiando. Aprendes cosas que aplicarás en tu vida, y eso hace que te sientas como un superhéroe de la vida cotidiana. En su justa medida claro, somos eclécticos, las tablas de multiplicar no se aprenden solas… ¡toca memorizar! (¡lo solté, lo dije!), la memorización tiene su espacio, como herramienta no como fin en sí mismo.

Esta ley, que seguro viene pasajera, como tantas otras que han pasado, está sacudiendo y, me repito pero no me importa, la educación con su enfoque competencial y realista. Aprender debe ser emocionante, relevante y, sobre todo, útil. Nos estamos preparando para la vida real, y eso es el perfil de salida: el perfil de personas que conquistan el mundo, porque con la LOMLOE, el conocimiento es poder.