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Covidad didáctica en tu oposición
3 Sep 2020

Covidad didáctica en tu oposición

Retrrocedamos al pasado marzo. Ves, escuchas y lees con preocupación lo que acontece en Italia, lo que ocurrió en China y lo que empieza en España. En tres meses tienes la oposición. Durante un mes te marean con la posibilidad de posponerlas a septiembre, a junio del próximo año, o quién sabe. Lo que vino después, lo sabemos todos.

¿Qué hago con mi preparación para la oposición? Aquí mi propuesta:

– Primera prueba (examen y supuesto práctico). No puedes realizarlos sin hacer alguna mención, por mínima que sea, a la nueva normalidad impuesta por la Covid 19. Este bicho nos ha afectado en todos los ámbitos de nuestra vida, por lo que su inclusión en esta parte de la prueba me parece relevante.

– Segunda prueba (programación didáctica y unidad didáctica). Los últimos tres meses de tele-enseñanza nos han puesto de manifiesto algunas de las vergüenzas de nuestro sistema educativo, pero también nos ha abierto una ventana de oportunidades, cuya implementación pasa por la innovación, metodologías activas, uso real y racional de las TIC y una apuesta total por algunas de las competencias clave, como pueden ser la de Aprender a aprender, Social y cívica, Sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor.

En este sentido, plantearía una de las unidades didácticas para que fuera trabajada íntegramente de forma individual desde casa. No en vano, todas las instrucciones recibidas por las diferentes consejerías de educación nos instan a que estemos preparados por si volvemos a confinarnos.

Por otro lado, en el resto de unidades didácticas destinaría una sesión o tarea, según tus necesidades, a esta misma modalidad. Diseña la unidad parecida a como la tenías antes, pero guarda un as debajo de la manga, demuestra que la propuesta es tuya y adaptada a nuestro tiempo. El aprendizaje funcional y significativo del que siempre hablamos.

Una de nuestras ideas fuerza de siempre ha sido el carácter ecléctico de la metodología a emplear en nuestras clases. Ningún método, estrategia o estilo de enseñanza es bueno o malo en términos absolutos, sino que están al servicio de los objetivos perseguidos, la complejidad de la tarea o el nivel madurativo del alumnado. Desde marzo de 2020, y hasta que encontremos una vacuna que nos libere de esta pesadilla, el coronavirus se ha consolidado como una variable más a la hora de diseñar nuestra forma de trabajar en clase.

Y debemos plasmarlo en la oposición.

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