Enseñando a la generación Alfa o de Cristal.
Hacia la generación Duralex, de cristal, pero resistente

Absorbidos como estamos por la nueva y enésima Ley educativa, la LOMLOE, devanándonos los sesos con las situaciones de aprendizaje, la ponderación de los criterios o la persecución de los objetivos ODS 2030, quizás merezca la pena parar, tomar aire y centrarse en el único objetivo que como docentes nos debemos plantear: cómo prestar ayuda de la mejor manera posible a nuestro alumnado. Y para ello parece obligado conocerlo, analizarlo.
Si en el anterior artículo hablamos sobre la sociedad líquida que “pide” una programación líquida menos encorsetada que la decimonónica; ahora mates, luego inglés y a continuación EF, en esta entrada hablaremos de nuestros discentes dentro de su generación. Y el cristal no es mala combinación para contener el líquido.
La generación alfa fue definida porMark McCrindle como toda persona nacida desde el año 2010 en adelante y justifica la definición por el hecho de que, por un lado se ajusta a la nomenclatura científica y por otro no tiene sentido volver a la A del alfabeto latino una vez finalizado el mismo con la generación anterior, la Z. Su característica fundamental es vivir en un entorno totalmente digital.
El otro nombre que recibe esta generación es el de Generación de Cristal término este último acuñado por filósofa española Monserrat Nebrera, quien lo utiliza para referirse a los jóvenes nacidos después del año 2000. El término no puede ser más explícito para lo bueno y para lo malo. Estos chicos y chicas son transparentes, directos, claros pero frágiles. Nativos digitales, hijos únicos muchos de ellos, sometidos a la tiranía de los likes en las redes sociales y a la constante protección familiar, tienen, baja tolerancia a la frustración. Sufrieron la pandemia en una edad de desarrollo clave como es la niñez y preadolescencia.
Generación de cristal. Pegados al cristal sea del móvil, de la tablet, del ordenador o al más clásico el del televisor y aunque a estos cristales se les llama templados, el abuso de estos dispositivos (4 horas-media jornada laboral- de media entre los jóvenes de nuestro país) deja a los seres humanos más bien fríos.
Pantallas para todo. Para estudiar (toda, todita la información y muchos libros muy buenos gratis -¿seguimos con libros de texto «clásicos» y no baratos precisamente?. Pantallas para relacionarse con la amplia opción de redes sociales. Pantallas para jugar (la industria de los videojuegos mueve más dinero que el cine y la música juntos). ¿Nos subimos a este carro o les ofrecemos lo que las pantallas no pueden proporcionar? ¿Hay que elegir o se puede buscar el punto intermedio? ¿Por qué los gurús digitales de Silicon Valley crían a sus hijos sin pantallas?
Preguntas y más preguntas. Vayamos con la definitiva y luego vendrán algunas respuestas. ¿Cómo podemos enseñarles y si recogemos el otro guante de nuestro trabajo, educar a nuestro alumnado? Aquí se proponen 7 ideas. Seguro que a ti se te ocurren más.:
- Normas claras pero razonables y ser coherentes con ellas.
- Diles lo que esperas de ellos. Diles que esperas mucho. Dales la rúbrica, la lista de control. Hazles partícipes de la evaluación. “La mayor forma de respeto es esperar algo bueno del otro» son palabras de Juan Mayorga al recoger el Premio Princesa de Asturias de las letras de la última edición 28 de octubre 2022.
- Hazles trabajar en grupo. Una vez perdida la calle como espacio de socialización, no tienen muchos más espacios para estar con sus iguales que no sean los centros educativos. Si el trabajo en equipo es algo muy valorado en todos los ámbitos enseñémosles a trabajar en equipo. En cooperativo.
- Entornos seguros en cuanto a convivencia. Hagámosles sentir integrados y prestemos atención a su salud mental. Diego Olivar (preparador eNe) da datos: somos líderes europeos con mayor prevalencia de problemas de salud mental entre niños/as y adolescentes según el último informe de UNICEF, el aumento de venta de antidepresivos ha llegado casi a 50 millones y casi un 25% de jóvenes entre 15 y 29 años han consumido psicofármacos el último año según el Barómetro Juvenil. Salud y Bienestar.
- Proporcionémosles lo que se están perdiendo: más espacios de socialización a través del deporte (recreos activos), biblioteca, actividades extraescolares…
- Seamos eclécticos, utilicemos metodologías variadas de probada eficacia. Algunas no son las más novedosas pero los entornos reales son variados.
- Son gente implicada, propongamos situaciones de aprendizaje basadas en el aprendizaje servicio: medioambiental, de ayuda a los demás, de transformaciones necesarias…
La nueva ley, la LOMLOE, con todas las transformaciones que nos propone es una oportunidad única para adaptar nuestro maravilloso trabajo consistente en enseñar, educar, formar a las generaciones del futuro, a las necesidades de ese futuro que no, no son las mismas que nosotros tuvimos.
Me acerco al final barriendo un poco para casa; soy profe de EF, de gimnasia si prefieres, no hay problema, es más importante lo que hacemos que la denominación de la materia.
El influyente filósofo y pedagogo español J. A Marina dice en su reciente libro “El deseo interminable” Editorial Ariel 2022 afirma: «Estamos aumentando la vulnerabilidad de los adolescentes, su intolerancia a la frustración, hasta llevarlos a la frontera de la patología” y en este sentido responde el coach y socio eNe Carlos Hevia-Aza Fdez de la siguiente forma: Soy profesor de Educación Física y de “Cambiología” (gestión emocional del cambio) en adolescentes. Constato las tesis de adolescentes con más formación y más medios que nunca para ser fuertes físicamente (alimentación, nutrición, rutinas de entrenamiento…) y al mismo tiempo son más vulnerables emocionalmente que nunca.
“Si la felicidad, continua Hevia, es lograr el equilibrio entre las tres grandes pulsiones del ser humano: logro de bienestar personal, mejora de relaciones sociales y ampliación de las posibilidades de acción, esto es, precisamente, lo que la Educación Física proporciona. La clave está en el equilibrio (vidrio transparente, pero firme)”

Así pues y concluyo, el cristal es valioso y es transparente pero también es frágil. Hagámoslo más robusto. Hagámoslo de Duralex, algo que los “boomers” conocemos bien.