La Unidad Didáctica: la Cenicienta de las oposiciones docentes
Frente a los tradicionales temas, frente a los temibles supuestos prácticos y frente a la todopoderosa Programación Docente, casi al final del camino, aparece, humilde, tímida, la Unidad Didáctica, o de Trabajo si opositas a ciclos, en las oposiciones docentes.
Pero, ¡ojo! Repetid conmigo. Puntuación máxima de la Programación: 40, 30 e incluso 20%. Puntuación máxima de la Unidad Didáctica: 60, 70 y hasta el 80% de la nota del segundo y decisivo examen.
Entonces, ¿qué hacemos? ¿Nos vaciamos estudiando temas y haciendo todo tipo de casos prácticos y nos “pegamos” el curso entero haciendo la programación? Mi consejo es que no descuides las unidades didácticas.
— ¿Algún consejo más respecto a la unidad didáctica o unidad de trabajo?
— Sí. Ponte a dar clase.
— ¿Cómo? ¿Que me ponga a dar clase?
— Exacto. Las oposiciones son pruebas de selección de personal, personal docente. ¡Métete en el aula! Comienza la unidad didáctica por el final.
— ¿Flipped classroom?
— No, APL System Nortesport. APL = Atrás p´alante. Arranca tu defensa con la secuencia de clases y después ya explicarás los elementos curriculares asociados. Y la evaluación. Y la metodología. Y la atención a la diversidad. Todo. Todo desde la acción, desde las tareas, desde las actividades. Desde lo concreto, desde lo que vivencia nuestro alumnado.
— Uff, ¡qué trabajo! Después de hacer la programación didáctica ahora desarrollar las unidades didácticas, ¡15 nada menos! *.
— Después no, ¡a la vez! De la que haces los famosos cuadros de coherencia curricular -en el argot nortesporeño, trenecitos- estás haciendo las unidades didácticas o las unidades de trabajo.
— ¡Sí, ahora lo veo!
Y así acaba el cuento, queridos opositores y opositoras, y recordad que, en el cuento original, la Cenicienta acaba reinando.
That´s all folks! Os espero en el próximo artículo en el que hablaremos de los sempiternos temas.
* En Secundaria y según la comunidad autónoma, también piden menos, pero rara vez menos de 10.