meditar para opositar
Estoy convencido de que el mayor enemigo de un opositor/a es él mismo. Durante toda el proceso de preparación de las oposiciones y en mayor medida según se acerca de la fecha de los exámenes, nuestra mente no deja de dar vueltas y de impedirnos rendir al nivel deseado. En la tradición budista lo llaman «la mente del mono» para representar que no se está quieta ¡no se puede parar! En la tradición cristiana Santa Teresa de Jesús la llamó «la loca de la casa». Ambas metáforas son muy representativas de cómo nos sentimos cuando opositamos. De forma más científica, se denomina «red por defecto» y supone que el cerebro no para de hacer cosas aunque no queramos. Se suele ir, por fracciones muy breves al pasado y al futuro. Es muy difícil encontrar un opositor/a que no haya tenido una mala experiencia en esta guerra (¡sacar la plaza a la primera es un lujo al alcance de muy pocos!). Nuestra mente nos lleva a recordar esos fracasos y nos hace sentirnos realmente angustiados. También nos lleva hacia las incertidumbres de este camino que nos depará el futuro generando un elevado estrés.
Entonces… ¿Cómo podemos acallar a nuestra mente? La respuesta es muy sencilla, ¡meditación! No se trata de un retiro espiritual en un monasterio, ni de unas técnicas muy complejas o esotéricas. Tampoco tenemos que «dejar la mente en blanco» como podemos creer de forma equivocada. Lo que tenemos que conseguir es entrenar nuestra atención. Hay que centrarla en el momento presente. Puedes meditar en cualquier lugar y posición que propicie la comodidad, la tranquilidad y la concentración. El método más sencillo y habitual es utilizar la respiración. Otro muy utilizado es repetir un mantra como puede ser el «om». Como en otras facetas de la vida, al principio nos resultará complicado pero poco a poco mejoraremos en nuestro objetivo. Podemos empezar con periodos de tiempo cortos o con una meditación guiada. Mientras centramos nuestra atención en el presente surgirán estos pensamientos no deseados, es ¡inevitable!. Lo que tenemos que hacer es ser conscientes de ello y volver con calma a nuestra respiración y al presente ¡No es tan complicado! Te vendrá muy bien, ¡no lo dudes!
Dándole una vuelta de tuerca más, desde mi ámbito profesional de la educación física, podríamos tener en cuenta lo siguiente. Ya hace muchos años la medicina tradicional china (chi kung) señalaba que a través de la propiocepción y los movimientos corporales se pueden aumentar los efectos de las técnicas de meditación. Tang y Postner hablan del bodyfullness para referirse a estas conexiones entre cuerpo y mente a través del trabajo físico. La realización y concentración en estiramientos y movimientos, como proponen el yoga o el Tai chi, son una gran ayuda para mejorar nuestro estado mental. Eso sí, ¡siempre supervisados por un profesional cualificado!
Antes de cada una de las pruebas del proceso selectivo, cierra unos segundos los ojos y… ¡respira! Céntrate en el presente y haz lo que sabes hacer. Cuando lleguen «los monos del pasado y del futuro», se consciente de que es algo normal y, con calma, reconduce mentalmente la situación. En la oposición además de estudiar mucho, hay muchas otras competencias que desarrollar ¡Entrena tu mente! Haz ejercicio físico y …¡Medita!