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Cómo salvar el abismo teórico práctico currículo-aula
17 Oct 2019

Programación Didáctica: salvar el abismo currículo-aula

Desde su implantación en 2004 como prueba de selección del profesorado en las oposiciones docentes, la Programación Didáctica ha traído de cabeza a preparadores y opositores. Los currículos, en ocasiones inabarcables, la jungla legislativa y cambiante en la que nos movemos y la inseguridad de muchos de nosotros a la hora de programar, ha hecho de esta prueba una especie de reto infranqueable. Pero no lo es.

Los profesores somos buenos dando clases, preparando actividades y tareas, manejando y organizando  grupos y materiales, evaluando y calificando aprendizajes; en resumen, nos preparamos las clases e incluso, luego, ajustamos lo que comprobamos que no funciona o se puede mejorar.

Bien, la PD es lo mismo, solo que en vez de preparar una clase es preparar un curso académico.

Hagámoslo fácil, hagámoslo simple. La simplicidad, la mayor de las sofisticaciones. Leonardo Da Vinci.

Cuando llegamos a un centro, ¿qué es lo primero que miramos de una PD? ¡¡Exacto, las UUDD o las Unidades de Trabajo!! “Lo que hay que dar”. Así pues, comienza tu PD seleccionado y ordenando tus UD. Es el método inductivo o, como decimos en Nortesport, APL system, de atrás pa´lante.

Bien, ¿y ahora? Pues nada. Ahora cada UD tiene que atender a algunos de los elementos curriculares. Así con la UD nº 3 – La tierra, nº 6 – Ecuaciones de 2º grado, nº 2 – La resistencia, o  nº 9 Tintes (ciclo de Peluquería), por poner algunos ejemplos, se relacionan, 4 de 12 criterios, 9 de los 60 estándares (o indicadores según la CCAA) y con 2 de los 5 bloques y 7 de los 45 contenidos.  Y en el total de las 15 UUDD o unidades de trabajo estará toooodo el currículo, pero adaptado, contextualizado al centro a través de la selección de mis UUDD.

En el próximo capítulo, “la cenicienta” de esta segunda parte, las Unidades Didácticas (o de trabajo si eres de ciclos).

That´s all folks!!

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