Programación líquida (LOMLOE) para una sociedad líquida.

Zygmunt Bauman fue un sociólogo polaco (1925 – 2017) premio Príncipe (ahora Princesa) de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2010, que acuñó a principios del siglo XXI el concepto de modernidad líquida para explicar que, en la actualidad, el cambio es la constante frente a generaciones anteriores que se caracterizaban por la estabilidad en las relaciones, trabajos, pensamientos. En las convicciones.
Siendo la estructura educativa una serie de asignaturas a aprobar de sólida reputación cada una de ellas, surge una duda: quizás estemos preparando a nuestros jóvenes para un futuro, para una sociedad que ya no existe, para unos trabajos que no van a existir.
No es fácil para un profesor “boomer”, como el que escribe, si además le fue bien en la EGB, enfrentar todos estos cambios. Y por si fuera poco la LOMLOE, con la esperanza de empezar a trabajar por competencias (dieciséis años después de su aparición) nos pide trabajar por proyectos y poner nota colegiada (además de la de tu preciosa materia) vía los descriptores operativos que, si los lees, no están nada mal. Incluso lo primero que piensas es ¡eso yo ya lo hago!
Los contenidos ¡perdón, saberes básicos! deben mezclarse, los procedimientos de evaluación pueden ser diversos- sin renunciar al examen, seamos eclécticos- incluso en manos del alumno, ¡la evaluación ojo, no la calificación, la nota en SAUCE o en la aplicación que sea la seguirá metiendo el profesor. Los conocimientos se combinan, se mezclan y sobre todo se aplican. Como en la vida misma. Los aprendizajes deben plasmarse en producciones que sirvan para la vida real. Las unidades didácticas son o se componen de situaciones de aprendizaje. Puedes incluso unir tus fuerzas-horas con otra u otras materias para hacer ese proyecto interdisciplinar de diseñar un prototipo, crear un musical, o emitir un programa de radio o un telediario.
Bienvenido, bienvenida a la Programación líquida. Pero no temas y sobre todo no bajes el nivel, no pierdas rigor, simplemente apunta más lejos, apunta fuera de las vallas del centro porque las vallas ya no pueden contener una realidad líquida.
Ya lo decía Bruce Lee, «Be water my friend!» , y también nuestro irrepetible Camarón cuando cantaba «Como el agua«.

